LO QUE LA PALABRA “SOCIALISMO” SIGNIFICA PARA LOS CUBANOS

Para un cubano, la palabra “socialista” no es una idea. Es una cicatriz. No es un debate universitario ni un eslogan de moda. Es historia personal grabada en nuestras familias, en nuestros recuerdos, en nuestra sangre.

Es el sonido de una puerta cerrándose detrás de alguien que nunca regresó. Es el susurro de una madre advirtiéndole a su hijo que no hable demasiado alto. Es el silencio de un padre mirando al océano, sabiendo que la libertad está en algún lugar más allá, pero que quizá nunca la alcance.

Son las libretas de racionamiento que nunca pudieron alimentarte. Es el hambre que no era solo de comida, sino de verdad. Es el miedo cosido en cada conversación, sabiendo que una sola palabra equivocada podía costarte todo.

Para los cubanos, “socialismo” significa vecinos que desaparecen. Significa que tu sacerdote fue reemplazado por propaganda. Significa que tu voz fue borrada, tu arte prohibido, tus sueños reclasificados como crímenes.

Así que cuando vemos multitudes en Nueva York vitoreando a un hombre que se llama a sí mismo “socialista”, cuando los oímos celebrar lo que destruyó nuestra patria, no escuchamos progreso. Escuchamos dolor. Escuchamos fantasmas.

No estás viendo política.
Estás viendo a un pueblo revivir su trauma en tiempo real.
Estás viendo a los hijos del exilio observar cómo la historia intenta repetirse, esta vez en el país que una vez los salvó.

El socialismo no es compasión en. Es control disfrazado de bondad. Promete igualdad, pero entrega silencio. Vende esperanza y te da hambre.

Cuba alguna vez fue hermosa. Teníamos risas, música, comida, libertad. Luego llegaron los eslóganes. El “nuevo amanecer”. El “para el pueblo”. Y, en pocos años, todo se volvió gris.

Así que sí, cuando hablamos, cuando advertimos, cuando lloramos, no es porque odiemos. Es porque recordamos.
Recordamos lo que se siente perderlo todo por esas mismas palabras que ahora celebras.

No hagas de nuestro dolor tu política.
Escucha antes de que la historia se repita.