MONUMENTO A ANTONIO MACEO Dr. Alberto S. Bustamante
MONUMENTO
A ANTONIO MACEO
Dr. Alberto S. Bustamante
“Audaz y temerario, jamás volvió sus armas contra las leyes de la República y peleó hasta morir…”
Catorce años después de la Inauguración de la República, se inaugura el monumento al “Titán de Bronce”, un 20 de mayo de 1916, junto al malecón habanero en la confluencia de las calles de Belascoaín, San Lázaro y Marina, a corta distancia de la Casa de Beneficencia, donde se construyó más tarde el Banco Nacional de Cuba, hoy ocupado por un hospital. El monumento es de mármol y granito con extraordinarias esculturas de bronce que representan “el Amor Patrio, el Sacrificio, el Pensamiento, la Justicia, la Acción y la Ley”. En un plano superior, la epopeya redentora de la guerra con el triunfo de la República, el mambí y la escultura impresionante de “La Victoria”. Sobre el pedestal de mármol, la estatua ecuestre de Antonio Maceo, el “Titán de Bronce”, de espaldas al mar, mirando con orgullo a la República Naciente a la que dedicó su vida.
A la edad de veinte y tres años, durante la Guerra de los Diez Años, Maceo se incorpora a las órdenes del General Máximo Gómez. El siete de diciembre de 1896 muere en San Pedro, Punta Brava, después de realizar la legendaria e increíble invasión de Oriente a Occidente. La firme y bien trazada línea de conducta del General Maceo hace que, simbólicamente, inicie la invasión en los Campos de Baraguá, el mismo lugar donde años antes manifestó su protesta al firmarse el documento finalizando la Guerra de los Diez Años, sin lograrse la Independencia de Cuba en 1878.
Los preparativos de la inauguración del monumento se iniciaron
siendo Presidente de Cuba el General José Miguel Gómez, y la
inauguración tuvo lugar durante la presidencia de Mario García
Menocal. El emplazamiento del monumento estuvo a cargo del señor
José R. Villalón, Secretario de Obras Públicas.
El homenaje
en piedra y bronce fue obra del talento del gran escultor Domenico
Boni, quien aparece en la fotografía en su estudio de Madrid con
varias de las esculturas que forman parte del monumento. El General
Maceo ocupa lugar prominente entre los Inmortales de la Libertad de
América, sus tácticas militares son ejemplo a seguir en muchas de
las escuelas militares en Estados Unidos, Europa e Hispano América.
Así como se negaban los cubanos en 1896 a aceptar la muerte de su
héroe legendario, después fue fuente de inspiración y lucha hasta
la victoria, a causa de su hidalguía, su valentía, ejemplo para las
nuevas generaciones de cubanos.
El monumento a Maceo, por
Domenico Boni, está considerado en un primer plano entre nuestros
monumentos de la Cuba Republicana y por ello hemos querido destacarlo
en la revista HERENCIA.
La figura del “Titán de
Bronce” sigue viva en el corazón de todos los cubanos, y su
llamada a la carga, “al machete”, aparece frecuentemente escrita,
de manera subversiva, en parques y lugares públicos en nuestra
sufrida patria. Irónico también ha sido que en el Parque Maceo, a
los pies de este monumento, se produjo, en agosto de 1995, la
revuelta popular del malecón, con los mismos gritos de Independencia
de cien años antes: “¡Viva Cuba Libre!”.
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