El Túnel de la Bahía de La Habana: Una hazaña bajo el mar
![]() |
Fotos de la Wikimedia Commons |
En la década de 1950, Cuba vivía un auge de modernización. Las carreteras se expandían, se construían edificios emblemáticos y se desarrollaban grandes obras de infraestructura. Entre ellas, una en particular se destacaba por su audacia y complejidad: el Túnel de la Bahía de La Habana, una conexión subterránea que permitiría unir el casco histórico de la ciudad con su zona este, atravesando el fondo de la bahía.
![]() |
Foto de la Wikimedia Commons |
El túnel fue construido por una firma francesa especializada en grandes obras de ingeniería: la Société de Grands Travaux de Marseille. En lugar de excavar directamente bajo la tierra, los ingenieros optaron por una técnica innovadora: crear enormes secciones de concreto prefabricadas, colocarlas en el lecho marino y luego unirlas con precisión quirúrgica. Este método, que hoy puede parecer común, era entonces un logro monumental.
La idea detrás del túnel no era solo ingenieril, sino también social y económica. El este de La Habana, con barrios emergentes como Alamar y Cojímar, necesitaba una conexión rápida con el centro urbano. Las rutas por carretera eran lentas, y los ferris no daban abasto. El túnel prometía acortar tiempos, facilitar el tránsito de mercancías y personas, y potenciar el crecimiento hacia el este.
Con una longitud cercana a los 733 metros y una profundidad máxima de más de 12 metros bajo el nivel del mar, el túnel no solo fue funcional: fue estético. La entrada desde el lado del Malecón fue diseñada con líneas modernas y monumentales, a tono con la arquitectura de mediados del siglo XX. Su estructura fue pensada para durar, y más de seis décadas después, sigue en funcionamiento.
Más allá de su impacto técnico, el Túnel de la Bahía representó una visión de país. Una Cuba que invertía en infraestructura para conectar regiones, facilitar el comercio y pensar en el futuro. Era una pieza clave en un rompecabezas urbano que buscaba hacer de La Habana una metrópoli latinoamericana de primer nivel.
![]() |
Foto de la Wikimedia Commons |
Con el paso del tiempo, el túnel se ha convertido en una reliquia viva. A diario, miles de autos lo cruzan sin detenerse a pensar en su historia. Pero su presencia, silenciosa y constante, nos recuerda que hubo un tiempo en que el ingenio humano se atrevió a vencer incluso las aguas profundas para unir a una ciudad dividida por la bahía.
Hoy, en medio de nuevos desafíos urbanos, el túnel sigue allí, firme y funcional. No solo es una maravilla de la ingeniería civil, sino también un símbolo de lo que se puede lograr cuando la voluntad, la ciencia y la visión de futuro se alinean.
Comments
Post a Comment